[OPINIÓN] El silencio de las fuerzas democráticas

Por Johannes Kaiser

Mucha gente cree que las tiranías se imponen contra la voluntad de los pueblos. Eso es sólo parcialmente efectivo. La historia nos muestra, sin duda, que pequeños grupos de audaces inescrupulosos son capaces de tomar y mantener por la fuerza un régimen tiránico. Esa misma historia nos muestra cómo de la mano de mayorías circunstanciales utiliza al propio sistema democrático para subvertir la democracia y establecer un regímenes totalitarios. Ejemplo de ello son el chavismo en Venezuela y el nazismo en Alemania.

En Chile nos vemos enfrentados a una derivada populista, con una oferta “pseudo-democrática” que se alberga bajo las banderas de la Lista del Pueblo, del Partido Comunista y de ciertos sectores ultrones del Frente Amplio y el Partido Socialista.

El peligro que emana de estos, que tienen una representación no menor en la Convención Constitucional que ha de crear el marco institucional del Chile futuro, proviene de su comprensión distorsionada de lo que es un proceso democrático. Ahí donde la democracia exige diálogo, ellos imponen la censura. Ahí donde la democracia exige respeto cívico, ellos aplican sin vergüenza la funa. Ahí donde la democracia requiere de patriotismo y amor por el compatriota, ellos predican la división y el odio étnico, entre los sexos e incluso segregación lingüística.

Ahí donde la democracia exige respeto a la Ley y condena inequívoca de la violencia y el terrorismo, en el mejor de los casos ellos callan. Y en el peor apoyan desembozadamente a quienes someten a nuestros compatriotas a todo tipo de abusos en sus derechos humanos y civiles.

¡Cuán preocupante es ver a tanta gente que parece no comprender cómo estos “pecados políticos”, están en vías de transformarse en nuestro próximo sistema de gobierno!

Aprovechando el silencio de las fuerzas democráticas de nuestro país, sean estas de izquierda o derecha, avanzan los violentistas en sus posiciones, llegando incluso a tener el descaro de arrogarse la soberanía popular ¡que por derecho de nacimiento pertenece al ciudadano chileno!

En la Convención Constitucional, los talibanes de la refundación de nuestro país (que parecen no encontrarle nada bueno, y que quieren ver el mundo arder) junto con menospreciar nuestra unidad, historia, himno y bandera, nos muestran de qué forma entienden ellos el futuro político de nuestra nación. Un futuro que pretenden levantar de las ruinas de todo lo construido y avanzado en 200 años de historia nacional, pero que no pueden describir con otras palabras que no sean prometer algo “distinto”.

Bueno. Distinto no necesariamente significa que va a ser mejor.

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