
Estos animales equinodermos son parte del paisaje marítimo y están en el imaginario de quienes veranean en el litoral. Pero te has puesto a pensar: ¿qué sucederá cuando ya no estén disponibles para apreciarlas en su hábitat natural? Por eso, en Chile existen ordenanzas municipales que prohiben y hasta multan a quienes las extraen de los roqueríos.
Las estrellas de mar o asteroideos son uno de los símbolos más icónicos de la vida costera. Su forma peculiar y colores vibrantes las convierten en un atractivo para quienes visitan las playas. Una de las características más conocidas es la de poder regenerarse cuando pierden una de sus extremidades. La Stichaster striatus es uno de los asteroides más abundantes que viven a lo largo de la costa chilena, en la zona rocosa intermareal y submareal superior.
Sin embargo, detrás de su natural resiliencia y aparente abundancia, hay una fragilidad que muchos desconocen, lo que hace fundamental evitar tocarlas o sacarlas de su entorno natural.
Tocarlas o jugar con ellas puede afectar su supervivencia
Las estrellas de mar son extremadamente sensibles, y su cuerpo es vulnerable al contacto humano. Cuando se las manipula, pueden sufrir daños en la piel u órganos, lo que las deja expuestas a infecciones o a un desequilibrio de sus sistemas internos.
Un error común es pensar que no les afecta sacarlas del agua por unos minutos. En realidad, su sistema de respiración, basado en la absorción de oxígeno a través del agua (a través de sus branquias dermales, llamadas pápulas) se interrumpe al estar fuera de su hábitat. Incluso unos pocos segundos fuera del agua pueden ser mortales, ya que su organismo no está diseñado para sobrevivir en ambientes secos.
Alteración del ecosistema
Las estrellas de mar desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos. Como depredadoras y carroñeras, regulan las poblaciones de otras especies, como moluscos y erizos. Retirar una sola estrella de mar puede alterar este equilibrio, afectando negativamente al ecosistema en general.
Además, si muchas personas en una playa toman estrellas de mar como recuerdo o para fotografías, la acumulación de estas prácticas tiene un impacto devastador en las poblaciones locales. Debemos recordar que si en una temporada son abundantes, en otras prácticamente han desaparecido.
Dejemos de pensar en ellas como juguetes o adornos
Muchos turistas que no viven en el litoral costero, consideran inofensivo o incluso romántico tocar una estrella de mar. En otras épocas se hacían adornos con ellas en las casas. Sin embargo, estas prácticas ignoran las consecuencias ecológicas y biológicas que describimos más arriba: manipularlas con las manos puede transferir aceites, cremas solares o bacterias que son tóxicas para su piel.
La mejor manera de admirar a las estrellas de mar es respetarlas desde la distancia, en su entorno natural, y educar especialmente a los niños sobre la importancia de proteger la vida marina. Es por eso que algunas municipalidades costeras, como El Quisco, han establecido sanciones y multas de hasta 5 UTM (aproximadamente CL$330.000) para quienes dañen a estas especies.

Al visitar la playa, recuerda que son seres vivos que cumplen funciones esenciales en el equilibrio de los océanos. Hagámonos un favor a nosotros mismos: Respetar las especies marinas nativas es un paso hacia la conservación de nuestro patrimonio nacional.
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